La propia personalidad de Agustín, quién escribió la obra entre el 412 y el 426, se presta a un interesante análisis.
Podemos acceder al texto original en la red y quizá leerlo un poco para tratar de entender su sentido.
San Agustín es uno de los cuatro "padres de la iglesia" latina conjuntamente con San Ambrosio de Milán, San Jerónimo de Estridón y San Gregorio Magno, aunque actualmente la lista es mucho más larga.
